luz mala

Impredecibles

rastros sin pena,

secaste mis luces hoy

Cómo iba a encontrarme

entre las espinas?

Quién las cuida no es tu sol

Ni siquiera sabes

entregar tus venas,

no pretendas ver mi Dios

Venus abismada.

Deslucidez eterna,

una autista del amor.

  

Invocaste cielos,

derrochaste inviernos;

piel, veneno y calor.

Reflejo sutil.

Cambia despacio,

sombra corrompida

Acorazada

maleza, nebulosa.

Incierto azulado fin

Un ser penetrado,

un alma vacilante,

tres libros y un clamor.

tinta sangre

Sólo quiero cuando escribo.
Intuyo estos ojos, pardos,
como la cascada de palabras en el vuelo de una mariposa,
o la cabeza bajo el agua.

Escribo en una vorágine
melancólica y frenética.
Cuando quiero sólo escribo,
como si escupiera en tinta un orgasmo de 5 segundos.

No quiero sólo una voz insípida que me desvele cuando escriba.
Las cortinas respiran una brisa gentil,
en una cama de luces
que sólo quiero cuando escribo,
que cuando escribo sólo quiero más vida.

rec

Hay sueños histericos, dedos que queman; cada resabio helado. Piernas ácaras, cinturas sangre, y esas fotografías imitando déjà vu. Asesinan melodías. Una canción, un aroma y un color se concentran en el ahogo de una bocanada.

El aire intimo se hace pesado durante un segundo, y el movimiento del recuerdo se aliviana en mis ojos.

gati, a photo by f fl flo flor on Flickr.

intenciosual

Si la lluvia se contenta con mojar los trazos de tu lóbulo,
y los semáforos simulan no escuchar aquellos versos que susurran los adoquines -quién no quiere querer?-
Si por un instante una pestaña reposa en tu mejilla
y el aire acaricia un cuello tenso;
si tus dedos no pretenden sino un enlace entre algodones,
y una corriente eléctrica une los lunares de tu cintura,
un instante durará la impaciencia de tus labios,
que húmedos conocen el fuego.

alti bajo

Leer - te raya; y que no sean esas las persianas que en mis ojos hicieron eco. Casi llego a entender como el movimiento de esas palabras rebotan entre pared y puerta; escapar o seguir rebotando.
Leer - te conduce una orquesta de sinsentidos, una forma de vértigo que ataca desde el pecho y deforma las mejillas en una mueca de sobriedad y una estúpida comedia.
Se formula una suerte de juegos de montañas rusas, un vaivén que solo leer - te vuelca hacia la más inocente repetición de cápsulas azuladas de luna, sacudidas entre sabanas gastadas.

que el mar

Miedo descorporeizante, ese que sacude las teclas profundas de mi mente; a ellos, hilos finos atados, esperando la supervivencia de mis tsunamis. El entramado de la bruma penetra y acaricia las venas, calientes, vibrantes. Las que te dejan ahogar, morir y volver a flotar.

y flor

Roza mi tallo, que muere sin ver los claros. Ni el aguijón de los cielos podrá servir para que lloren de placer los filamentos, que no se encuentran entre sí. Que le insinúes a los pétalos su dulzura, que no es el rocío quien los baña.

2, 0, 3, 1

Claridad de brisa. todo el revoloteo de luz escurriéndose en los velos que improvisan cascadas en mis ojos. Cálidos se estrellan, se dilucidan; se vuelven a encontrar, esos sentidos.

Tropezó sus dedos, venció el letargo. Florece el tacto. 

3, 2, 1 (bis)

El elogio es tan perfecto.

Te reís. No lo ves, eso que se dirige hacia el dique, eso que esta por partirse, por par tir. Eso que grita a llantos que la reacciones, que la sientas. Y es inminente. El misterio de tu anhelo siempre fue estimulación. No podría resistirme a que me develes tus deseos, soportar descubrir tus sueños, no. Maldita ilusión, expectante a lo que puede venir.

3, 2, 1

Discordia elemental, sincero engaño que sabe su futuro. Improvisan sin embargo, ella no repara de su inocencia y entrega hasta sus venas; él, escribe su fecha de vencimiento. Un expedito, vacío impenetrable e invisible. La adrenalina los vuelca, los vuelve a tirar ante un caldo de fascinación. Su garganta tiembla, ella desearía no haber volado. Suspira, y recontra respira, no sabe llenarse a sí; no se basta de una sola bocanada. A él, no le alcanza con una (Venus).
Conociendo su no-futuro, ensayando el engaño, discordia. Él, echándola de su presente, ella, sin paracaídas.