15 de julio de 2012

que el mar


Miedo descorporeizante, ese que sacude las teclas profundas de mi mente; a ellos, hilos finos atados, esperando la supervivencia de mis tsunamis. El entramado de la bruma penetra y acaricia las venas, calientes, vibrantes. Las que te dejan ahogar, morir y volver a flotar.

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