persianas, rayos.
Fue comodidad, miedo;
fue admirar,
contrastar y confrontar.
Fue respeto, irrespeto,
lo simbólico, lo que no se dijo,
lo arisco, el momento de debilidad.
El alcohol, las vueltas, fue el indicio.
El peso de su cara en mis costillas,
la respiración que penetra el ombligo,
las pestañas como marcapasos.
Fue indiferencia, fue continencia,
fue alerta, no-cielo, un techo; fue escape, música para palabras.
Fue.